De acuerdo al Ministerio de Economía, el momento de transformación digital que vive el país puede ser un habilitador para el crecimiento económico y que debe ser abordado en entre empresas y gobierno. En esta línea, nos enfrentamos a un mercado incentivado por la innovación, la diferenciación y la productividad.

 

Desde este punto de vista, los datos nos demuestran hoy que las empresas apuestan por la digitalización, teniendo como foco aumentar la rentabilidad y optimizar los costos. Sin embargo, lograr la digitalización de las empresas implica la posibilidad de mejorar la experiencia del cliente, los niveles de visibilidad, el impacto en la conversión, la reducción de costos en base a procesos obsoletos, e incluso, apuntar a un mejor nivel de satisfacción de los empleados. Así, vemos como muchas empresas en Chile ya apuestan por la llamada industria 4.0; de hecho, se observa como ha habido un aumento en el financiamiento de proyectos asociados a inteligencia artificial, IoT, Big Data y analítica que se ha multiplicado por 10 veces desde el 2012.

 

Todo lo anterior nos hace entender la transformación que estamos viviendo en el mercado laboral, en donde en relación al reclutamiento de perfiles tecnológicos, tenemos nuevas necesidades.

 

En la actualidad, son pocas las empresas que no han participado en procesos de integración de nuevas tecnologías, de hecho, al día de hoy vemos como las estrategias de negocio se basan en la tecnología para responder a las necesidades de los consumidores de una manera eficiente, esto lo vemos desde la implementación de la banca online, hasta incluso la existencia de simples webs o aplicaciones. Asimismo, hemos visto nacer empresas digitales como Uber, Paypal, Airbnb, y si nos enfocamos en el mercado chileno, vemos a empresas como Cornershop, Izit, Sosafe, Snuuper, Boosmap, entre muchas otras. Todo esto nos lleva a entender el crecimiento de las necesidades del mercado laboral y la aparición de nuevas necesidades en cuanto a perfiles en las áreas tecnológicas; lo que si no está en duda, es que el factor humano seguirá jugando un papel fundamental y que ahora los requerimientos técnicos se mezclan con habilidades de negociación, persuasión, comunicación y creatividad.

 

El año 2018 vimos un aumento del 35% en cuanto a nuevas posiciones buscadas en áreas de tecnología, la mayoría centralizadas en áreas de desarrollo y metodologías ágiles, IoT, analítica, Big Data, inteligencia artificial y ciberseguridad, ya que son las que sirven como habilitadores de la transformación. Lo mismo ha llevado a los profesionales a apostar en la formación de competencias digitales, y al desarrollo de cualidades como la creatividad, capacidad de adaptación, pensamiento crítico y la llamada inteligencia social.

 

Las empresas valoran perfiles multidisciplinarios con buenas habilidades de comunicación, con capacidad de adaptación sobre los cambios y de trabajar en equipos pero siendo autónomos y en este sentido, vemos que en el que llamamos mercado laboral 4.0, la clave radica en estar conectados, informados y formados.
Annabella Olavarrieta
Executive Manager PageGroup

 

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