La espiritualidad del Líder

Cuando una organización busca a su Gerente General / CEO, todos los esfuerzos por describir las capacidades técnicas y competencias que debe tener el líder son pocos: descripciones de cargos con detalle de logros académicos y profesionales, años de experiencia, conocimientos, idiomas, y ciertas habilidades como la orientación al resultado, adaptación al cambio, capacidad para la toma de decisiones, influencia, mente estratégica ¡ahí es poco!

Sin embargo, poco hablamos sobre sus valores y su honorabilidad. Lo cubrimos como un compliance, un decálogo deontológico que nos permite descansar pensando que, al firmarlo, las personas de las que nos rodeamos se comportarán de manera íntegra. La velocidad del mercado, los desafíos del día a día nos roban reflexión y profundidad.

Las personas que nos dedicamos al oficio del reclutamiento, tenemos la enorme responsabilidad de proponer a los mejores líderes para guiar nuestras organizaciones, nuestros equipos, nuestras carreras y la sostenibilidad de nuestro negocio; es por eso, que debiésemos tener en nuestra retina un espacio para analizar la nobleza del candidato.

En la tradición japonesa, el Bushido era el “Camino del Guerrero” para los samuráis y exigía lealtad y honor hasta la muerte. Los Bushi eran caballeros armados que seguían este “Camino”, no era un código, sino una forma de vida, influenciado por el pensamiento Zen y el Confucionismo. Se preparaba a los guerreros para pelear sin perder la humanidad y dirigir inspirándose en los valores de justicia, pureza y honor. Eran hombres y mujeres, guerreros y nobles, con 7 Virtudes:

Este 2018 nutrimos nuestras descripciones de cargo de un contenido invisible pero imprescindible, indagando y buscando los mejores gerentes para dirigirnos, los más nobles y honorables, porque sólo ellos se distinguirán y conseguirán la excelencia necesaria para competir y mantenerse en el mercado, dejarán legado y un sello propio.